"El sol quemaba sin ninguna piedad sobre el duro asfalto de mi desgastada carretera interior. No me quiere, otro jodido cabrón que se larga sin decir adiós. Siempre me ocurre cuando mastico recuerdos ajenos al sexo con dentadura postiza.
- ¡Hijo de puta! dijo tu madre.
No le respondi. Lo único que quería era morir lenta y dolorosamente. Eso, o matar. Quisiera ser criminal para morir asesinando, gozar de la sangre, impulso brillante que me emborracha, resaca de hematocritos. ¡Hostia¡ ¡Un cuchillo¡ ¡Y una cuchara!
Hoy estoy jodido. Mañana estaré muerto. Que más da una vida menos si me siento a punto de convertirme en un saco de cenizas que se esparcirán cual negras golondrinas. No soy racista."
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5 comentarios:
Pues este ha quedado tambien muy guay jejeje.
Sí, este hasta parece que tenga sentido y todo...vamos mejorando.
A mí lo que más me enternece es la increpación maternal a mitad del relato.
Eso te ocurre pq eres un puto sentimental, Hugo.
Yo me quedo con esa "resaca de hematocritos".
Me hizo reir muchísimo el: ¡Hostia¡¡Un cuchillo!. La verdad es que lo he pasado muy bien con estas historias.
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